Algoritmizados

La pandemia nos encerró pero escapamos a las pantallas, y ahí, con cada click, fuimos gustosamente algoritmizados. Adiós a las encuestas, ya para qué, muchas gracias; para las empresas es mejor analizar la avalancha de información que continuamente les entregamos.

En un vuelo reciente que hice de Dallas-San Diego, como siempre, un tanto ansioso de quién iba a ser mi vecino de vuelo porque los hay ruidosos, inquietos, conversadores-nerviosos y demás, me toca un norteamericano, de unos 70 años, con la clásica gorra de béisbol y la camiseta; calmado va a estar, me dije.

Felizmente, no habló en todo el vuelo, se centró, casi las 3 horas, viendo Tik-Toks; 3 horas de su vida viendo Tik-Toks. No juzgo, me sorprendo; tampoco santifico, me declaro pecador.

Efectivamente, tengo la app de Tik-Tok (TT) e incluso mi propio canal, por si me quieren buscar. Como espectador, de repente me atrapan los minutos viendo clips de física cuántica, muchachas en bikini, de lugares remotos e historia. Puede ser adictivo. Y el Wall Street Journal (WSJ, 22-7-2021), en una investigación periodística, se propuso probarlo.

El WSJ creó 100 cuentas falsas en TT, apoyado en bots, y les definió un perfil específico privado, sin compartirlo en la app. Por ejemplo al usuario kentucky_96 lo ubicó como triste o depresivo. A otro perfil, lo catalogó como atlético y entusiasta, a otro, parrandero o nerd y así sucesivamente.

Los soltó en la app y empezaron a recibir el bombardeo de los videos más populares de TT, que podrían verse como 'anzuelos', a ver cuál 'picaba' más por usuario.

¿Qué analiza el algoritmo de TT? Entre otras cosas, ¿cuánto tiempo te quedas en el video, veces que lo ves, si lo reinicias o lo ignoras, en qué tipo de videos te detienes más?

En un caso, tras 15 minutos y 80 videos, el algoritmo identificó al usuario en sus preferencias. Ninguna de las 100 cuentas tardaron más de dos horas en ser perfiladas; tras 120 mins, el algoritmo ya sabía qué tipo de contenido generaba engagement (involucramiento) y de ahí te enviaba la avalancha de ese tipo de contenido, llamémosle, vector x.

Naturalmente, que para satisfacer las preferencias del perfil, o para tenerlo tomado, depende de la interpretación; el contenido vertido en el vector x tendrá que ser cada vez más extremo y novedoso. El WSJ encontró que la abrumadora mayoría del contenido propuesto, era sobre el mismo vector x; solo reservaba un pequeño porcentaje para ver si 'mordía' a otros intereses y anuncios.

Los algoritmos están, día con día, observando y registrando, estudiándonos y conociéndonos. En cada click/view nos revelamos y nos auto-segmentamos.

Facebook, Instagram, Google, Tik-Tok y demás, "nos dan casi todo gratis"; pero la realidad es que nosotros somos el producto: entregamos nuestra intimidad con mayor precisión que cualquier cuestionario psicológico, además de proveer el contenido que otros disfrutan.

Algunas implicaciones de lo anterior:
 
* El poder computacional detona el aprendizaje que se obtiene de cada transacción, iteración o contacto de cualquier tipo.

* El Big Data, próximamente vinculado a la Inteligencia Artificial, simplifica la complejidad del análisis y la síntesis de información.

* El objetivo de incrementar engagement por usuario, refuerza su postura o sesgo, le "da vuelo" y potencialmente lo radicalizará.

* Habrá 'expertos' en algo muy estrecho y estarán muy equivocados; actuaremos como ciegos y sordos, viviendo cada quien en su mundo.

* Con los insights generados, las propuestas de valor se afinan y se actualizan contantemente.

* Los temas de privacidad estarán cada vez más en la mesa.

Bienvenidos a la Algoritmización: traerá su Luz y su aportación al mundo y traerá también, como todo, su Sombra y su reto al mundo.

 

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